Así fue la compra de Business Insider por Axel Springer

| 12 NOVIEMBRE 2015 | ACTUALIZADO: 12 NOVIEMBRE 2015 9:09

La compra de Business Insider por Axel Springer ha sido una de las adquisiciones más importantes en el sector de los medios durante el último año. El proyecto que comenzaron Henry Blodget, Kevin Ryan y Dwight Merriman en 2007 se convirtió en una empresa con un valor de 443 millones de dólares.

Pero el proceso hasta llegar ahí no fue nada sencillo, puesto que el proyecto estuvo en peligro en más de una ocasión. Actualmente, los medios digitales son empresas con un futuro más o menos claro en el que los inversores están dispuestos a poner su dinero, pero hace menos de una década la situación era la opuesta, y la obtención de recursos económicos era más que complicada.

En el año 2009, en mitad de la peor crisis económica desde la Gran Depresión, la situación de la compañía fundada dos años antes era crítica. Los problemas de liquidez eran acuciantes, con dinero para mantener la empresa abierta por tan sólo seis meses, y una falta de inversores cada vez más preocupante. “Si se mira con perspectiva, no fue como estar al borde del precipicio, no recuerdo estar aterrado, pero es un milagro que sobreviviéramos” declaró Henry Blodget, CEO de Business Insider.

Al final y de manera casi milagrosa Blodget y Ryan fueron capaces de conseguir alrededor de 1 millón de dólares de múltiples inversores para poder mantener a flote el proyecto, que a largo plazo se convirtió en una excelente inversión.

AOL compra The Huffington Post

En realidad, hasta la compra de The Huffington Post por parte de AOL en el año 2011, por 315 millones de dólares, la inversión en medios digitales no se consideraba como algo rentable, pero tras esa operación las ofertas se dispararon. De hecho, las inversiones aumentaron hasta llegar a los 7 millones. Además, personas como Jeff Bezos, actual CEO de Amazon, invirtieron en la compañía.

En el año 2013 Tim Armstrong, CEO de AOL, mostró cierto interés en la adquisición de Business Insider. Al parecer los contactos fueron bastantes serios, pero al final las diferencias en cuanto al valor de la empresa fueron irreconciliables. La oferta de Armstrong alcanzó los 100 millones de dólares, pero la Junta consideró que la oferta debería ser mayor, a lo que AOL no respondió.

El medio continuó con su crecimiento y alcanzó los 50 millones de lectores únicos al mes. Además, se expandió a países como Australia o la India por medio de socios locales que producían contenido específico para cada región.

En 2014 Rich Kennedy, director de desarrollo de negocio, y Julie Hansen, que se encargaba de dirigir a los equipos de ventas y tecnología, se propusieron desarrollar acuerdos de asociación con otras empresas de comunicación internacionales.

Primera reunión con Axel Springer

Alemania, al ser uno de los países más importantes de Europa, se convirtió en una prioridad, por lo que se pusieron en contacto con el grupo Axel Springer, según desvela el propio Business Insider. Hansen se reunió con Christoph Keese, vicepresidente ejecutivo del grupo alemán, en el verano de 2014. Durante la reunión, Keese desveló que no estaban interesados solamente en una asociación, sino que estaban planteándose estudiar una posible compra.

Ante el interés mostrado, Blodget se reunió con varios miembros del equipo de Axel Springer en Londres durante el otoño de ese mismo año 2014. En la reunión no se trató específicamente la compra, sino que se centraron en la mejor forma de proceder a la hora de realizar una inversión en la compañía.

En enero de 2015 el grupo se hizo con el 9% de las acciones de Business Insider por un valor de 20 millones de dólares. Con ese porcentaje accionarial, Axel Springer adquiría el derecho de sentarse en la Junta de Accionistas de la compañía.

En junio, Blodget tuvo la primera reunión com Mathias Döpfner, CEO de Axel Springer, reunión que fue clave para el devenir de la compra. Blodget presentó su visión a medio y largo plazo que tenía sobre su compañía, con una fuerte inversión en vídeos y una defensa del periodismo de calidad frente a la búsqueda de una maximización de beneficios a corto plazo. También expuso que si alguna vez surgía la opción de la venta solamente la llevaría a cabo si los nuevos propietarios compartían esa visión de la empresa.

Döpfner quedó impresionado con la declaración de intenciones, además de compartir la visión que Blodget había expuesto, y ordenó que siguieran de cerca a la compañía para analizarla y estudiarla con vistas a una adquisición. “La gente piensa que los negocios se basan solamente en criterios racionales, números y elementos cuantitativos, pero al final, la empatía y la intuición, también juegan un papel importante” declaró Döpfner a Business Insider.

Compra frustrada del FT

La buena situación económica de Business Insider y el interés de Axel Springer por adquirir el diario Financial Times paralizaron temporalmente la operación, pero tras el fracaso de la compra del FT, por la intromisión del grupo japonés Nikkei, todo se aceleró.

El 5 de agosto, dos semanas después del fiasco del Financial Times, Keese expuso formalmente el interés del grupo alemán por hacerse con la compañía, y Blodget se comprometió a presentar la oferta ante la Junta. Algunos miembros consideraron que ante la no necesidad de venta, la oferta debería ser de al menos 500 millones de dólares, mientras que en otro lado se situaban aquellos que estaban dispuestos a considerar una oferta más reducida ante la buena opinión que tenían sobre el grupo Axel Springer.

Las intenciones de cada uno eran claras, por lo que el acuerdo parecía inminente pero aún quedaba un asunto por resolver: si el equipo directivo de Business Insider debía quedarse en la compañía o marcharse. Ante esta situación, Döpfner pidió a Blodget que se mantuviera en la empresa y que desarrollara su proyecto, a lo que éste, tras pensarlo mucho, no pudo negarse.

Finalmente, se llegó a un acuerdo y se firmó la venta del 88% de las acciones, el 28 de septiembre de 2015, por un valor de 343 millones de dólares en metálico, por lo que Axel Springer se hizo con el 97% de las acciones, dejando el otro 3% en manos de Jeff Bezos.

El acuerdo situó el valor de la compañía en 443 millones de euros, mientras que seis años antes el valor de la misma no superaba los 7 millones de dólares.