Disney

Disney se abre a volver a licenciar contenidos a otras plataformas de streaming para equilibrar cuentas

| 13 MARZO 2023 | ACTUALIZADO: 13 SEPTIEMBRE 2023 13:57

Los días de la producción exclusiva para el servicio propio de streaming parecen cada vez más contados. Los gigantes audiovisuales están volviendo a tomar en consideración el modelo previo, que incluía la licencia de sus películas y series entonces solo para Netflix, porque esos ingresos potenciales son ahora importantes para ayudar a recortar las pérdidas acumuladas en los últimos años. Y el recién retornado consejero delegado de Disney Bob Iger ha indicado que esa opción vuelve a estar sobre la mesa en un contexto de ajustes que conllevan hasta 7.000 despidos y de reducción de nuevo contenido para sus plataformas.

El razonamiento del primer ejecutivo sigue el ya expuesto en ese sentido por David Zaslav, consejero delegado de Warner Bros. Discovery, y de hecho tiene en mente el modelo de HBO para el futuro de Disney+. Esto es, producir poco contenido, pero de alta calidad sobre las marcas que conforman su perímetro clave (Marvel, Star Wars, Pixar…) De hecho, el plan de ahorro de costes de Disney abarca 5.500 millones de dólares, de los que hasta 3.000 procederían de partidas no ejecutadas en compra o elaboración de material audiovisual. El objetivo es que lo que se produzca tenga demanda suficiente para que luego pueda tener una vida comercial interesante en entornos de terceros, una vez ha sido aprovechado su impulso para generar suscriptores en primera instancia.

Ese fue el esquema tradicional durante años para los grandes estudios, cuando solo existía Netflix como exhibidor importante vía streaming. Pero la introducción de sus propias plataformas hizo que se convirtieran en la última parada de explotación digital y en el espacio al que debía regresar paulatinamente el catálogo licenciado a otros servicios para enriquecer la propuesta de valor. Y eso fomentó a su vez que Netflix empezara a producir contenido.

Las pérdidas enormes asociadas a esa práctica en plena escalada de costes de producción y las bajas de suscriptores relacionadas con la situación económica ha cambiado el escenario y esos ingresos vuelven a ser necesarios de cara a conseguir que tanto Disney+ como HBO Max sean rentables el año que viene, tal y como sus matrices han venido anunciando. Todos los actores del sector están introduciendo dinámicas de optimización de costes ante un mercado en el que los inversores demandan rentabilidad por encima de crecimiento. De ahí la reducción de inversión en contenido en varios casos y la ralentización en otros.

Su consejero delegado Bob Iger no descarta la vuelta al modelo previo para que esos ingresos ayuden a enjuagar las enormes pérdidas que conlleva el streaming para la compañía.

Y por el lado de la facturación, las versiones con publicidad se han ido generalizando en el sector, de cara a atraer a posibles suscriptores más sensibles al precio que a los anuncios en una coyuntura como la actual, y consolidar un nuevo negocio comercial. En unas semanas, Disney y Netflix podrán ofrecer un primer esbozo de la aceptación de ese esquema, introducido a finales del año pasado.