Bob Iger.

El nuevo CEO de Disney priorizará la rentabilidad de sus servicios de streaming a la captación de nuevos suscriptores

| 30 NOVIEMBRE 2022 | ACTUALIZADO: 13 SEPTIEMBRE 2023 13:59

Bob Iger, el recién retornado consejero delegado de Disney tras el breve periodo de Bob Chapek, está decidido a impulsar los beneficios de la apuesta de la compañía por el streaming por encima de su número de clientes. Ese es uno de los cambios esenciales que ha anunciado en su primera alocución ante sus empleados en un contexto en el que las acciones del gigante del entretenimiento se han desplomado un 39% en lo que va de año, entre otras cosas por el peso en negativo de Disney+ en las cuentas. Solo en el tercer trimestre del año, cuarto de su ejercicio fiscal, prácticamente duplicó las pérdidas asociadas a ese segmento y rozó los 1.500 millones de dólares en negativo.

Ese agujero creciente es uno de los factores clave que explican la defenestración de su antecesor, cuyas promesas de rentabilidad en el streaming para 2024 resultaban cuestionables para cada vez más inversores. Iger afronta la tarea de deshacer gran parte de los cambios de estructura de la compañía que Chapek acometió durante su mandato para devolver autonomía de planificación financiera a los responsables creativos de las diferentes divisiones, pero sí ha decidido mantener la congelación de contrataciones que decretó su predecesor.

En ese escenario de revisión y reducción forzosa de costes está por ver el ajuste de inversión para contenidos en Disney+, para la que se comprometieron alrededor de 30.000 millones de dólares en el año fiscal terminado en septiembre. A principios de diciembre comenzará a operar en EEUU su versión con anuncios, que se extenderá a lo largo de los siguientes meses al resto del mundo, y con ella aspira a reducir eventualmente los números rojos. Su impacto sobre cuentas y número de clientes se prevé positivo, pero no está claro en qué medida hasta conocer la evolución de la aceptación por parte de anunciantes y usuarios. Al cierre del mencionado tercer trimestre estos últimos superaban los 164 millones.

Bob Iger mantendrá la política de congelación de contrataciones de su antecesor pero reestructurará la compañía para devolver autonomía financiera a los líderes creativos de las divisiones.

Además esa incursión en la publicidad ha supuesto una reestructuración de precios en la que el más bajo ha quedado asignado a ella y quienes quieran seguir viendo la programación sin campañas tendrán que pagar algo más. Todos esos movimientos vienen heredados de la administración anterior para Iger, que tendrá que equilibrar las tres palancas habituales para conseguir que un servicio entre en rentabilidad: reducción de costes, aumento de precios e incremento de clientes.

La situación es similar en Netflix, el gran rival de Disney en el segmento, a quien en todo caso el mercado juzga de forma más severa por la evolución de su número de usuarios tras dos trimestres en negativo. La compañía liderada por Reed Hastings y Ted Sarandos quiere centrar la atención en sus finanzas, que son positivas y espera ver mejoradas con el reciente estreno de su versión con anuncios.