El País cede terreno en el papel un año después de declararse un medio ‘esencialmente digital’

| 27 ABRIL 2017 | ACTUALIZADO: 27 ABRIL 2017 17:29

El negocio de la prensa escrita ha sufrido tal deterioro que no resulta sencillo encontrar nuevas formas de continuidad para el discurso catastrofista.

Para conocer la situación disruptiva que atraviesa de lado a lado al sector ya no hace falta recurrir a las estadísticas, implacables por otro lado.

En el transcurso de la última década la difusión de los periódicos se ha reducido de un modo drástico; a un ritmo más tímido en los primeros años, en la incursión de la crisis económica, cuando se albergaban ciertas esperanzas de volver a los días de vino y rosas; y más desfrenado hacia el final, tras quedar reducida la inversión publicitaria a menos de un tercio. En cifras totales, se ha pasado de facturar 1.894,4 millones de euros en 2007 a 617,4 en 2016.

Los últimos datos de la OJD pendientes de ser certificados arrojan una fotografía que, incluso para el desplome acumulado en los últimos años, resulta insólita. Ninguno de los principales periódicos generalistas vende ya más de 100.000 ejemplares. Más bien, llegados a este punto la noticia es que El País, único diario que se mantenía por encima de esta barrera (100.474 copias en febrero), ha terminado sucumbiendo a la tendencia magnetizada y en marzo sus ventas al número han marcado un nuevo mínimo rasante de 96.660 ejemplares. Como fuere, desprenderse de la venta de los 100.000 ejemplares brinda a la prensa digital la oportunidad de quitarse los complejos, algo que cada vez defienden con más ahínco algunos editores, y centrar sus esfuerzos en elaborar un producto menos masivo pero de mayor calidad.

Como ya se anticipaba en el mes anterior, se trata de un punto de no retorno al que se ha llegado de una manera más natural de lo que cabía suponer hace tan sólo unos años. Bien porque de un tiempo a esta parte los periódicos han ido quedándose cada vez más al margen de la estrategias de planificación de los agencias, bien porque sus empresas editoras han terminado por aceptar que el presente ya es digital.

Como El País, cuyo director dirigió hace un año una carta a los periodistas de la redacción horas después de haber mantenido una reunión sobre la reorganización del periódico. En aquella misiva, Antonio Caño explicaba que, ante los desafíos de la era digital, tocaba dar el paso hacia la conversión del diario en un medio esencialmente digital, si bien se comprometió a “seguir publicando una edición impresa todo el tiempo que sea posible”.

Antonio Caño explicó que, ante los desafíos de la era digital, tocaba dar el paso hacia la conversión del diario en un medio esencialmente digital

El cese de la impresión del periódico sigue sin producirse, pero no hay duda de que ese momento es más viable hoy que, por ejemplo, hace un año. Entre otros motivos por la pérdida de terreno que ha protagonizado el diario bandera de Prisa este tiempo en todas las magnitudes relacionadas con el negocio de la impresión. Desde sus ventas al número, que han experimentado una caída interanual del 19,52% como resultado de  los 23.443 ejemplares que ha dejado de vender, a su difusión total, toda vez que en marzo lanzó 180.253 copias.

Si bien esta cifra de difusión le permite mantener una ventaja de casi 70.000 ejemplares con respecto al segundo, La Vanguardia, en los últimos 12 meses ha retirado 33.234 copias de las calles. Por unos datos y por otros, El País se sitúa como el segundo periódico que peor comportamiento ha tenido dentro mercado de la prensa escrita en este año, por detrás de La Razón. En parte, porque el resto de cabeceras han ido reduciendo su cuota progresivamente, en algunos casos como parte de su estrategia de transformación digital o rentabilidad, en otros por simples medidas de contingencia.

En cuanto al resto de cabeceras, El Mundo vendió una media de 62.414 ejemplares en marzo, lo que representa una caída del 16,87% con respecto al año anterior, mientras que su difusión ronda las 99.011 copias. Por su parte, las ventas de ABC disminuyeron un 15,52%, hasta los 56.697 periódicos de media el mes pasado, y lanzó 81.795 ejemplares (-11,73% sin considerar las ventas conjuntas con Ideal Gallego y El Mediaterráneo).

La Razón, mucho más expuesta a las promociones de carácter temporal que el resto de la prensa, vendió en el conjunto de marzo un 25,71% menos que en el mismo periodo del año anterior, quedándose en los 43.760 ejemplares de media. Su difusión fue de 71.572 periódicos, lo que supone un descenso del 19,32%-