Javier Moll, presidente de AMI, acompañado de varios editores de medios.

Godó, Prisa y Vocento unen su programática para arañar cuota al duopolio

| 19 OCTUBRE 2018 | ACTUALIZADO: 22 OCTUBRE 2018 9:20

Los editores españoles aparcan sus históricas diferencias para dejar de vivir de espaldas a Google y Facebook. El Grupo Godó, Prisa y Vocento han anunciado un acuerdo para la creación de una plataforma conjunta de venta de publicidad programática, dando lugar al mayor player del sector.

La unión de estas tres compañías bajo un mismo paraguas comercial era un paso calculado desde hace meses. Una integración de sus equipos programáticos con la que tratarán de arañar cuota en un sector dominado por Google y Facebook y en el que la prensa cada vez tiene menos peso.

Como parte de este plan -adelantado por El Español- aunarán las audiencias de todas sus marcas (La Vanguardia, ABC, El País, As, etc) para la creación de un inventario conjunto, un Market Place. Se creará un equipo comercial integrado por los tres editores aunque cada uno venderá sus espacios de forma individual.

Según han informado los grupos, el proyecto nace con la vocación de incorporar nuevos socios de entre los principales editores de nuestro país y, de hecho, mantienen conversaciones con otros actores.

Los grupos implicados esperan mejorar sus ingresos digitales tras un año complicado

Todo ello con el objetivo de ofrecer a los anunciantes una mayor visibilidad en audiencias cualitativas y en entornos seguros. La idea no es nueva, sino que toma el ejemplo de iniciativas similares surgidas en países como Reino Unido, Alemania y Francia.

Las negociaciones, abiertas desde hace meses, se han acelerado en los últimos días. Las fuentes consultadas explican que el desencadenante ha sido el fin del acuerdo comercial entre El Economista y Vocento. Ambas compañías han acordado deshacer el lazo que los unía a partir del próximo año tras no conseguir los resultados esperados.

De esta forma, los grupos implicados esperan poder mejorar sus ingresos digitales tras un año complicado en el que el crecimiento de la inversión no ha cubierto las expectativas de muchos editores. Entretanto, las cabeceras convencionales siguen continúan trabajando en el desarrollo de un modelo de pago que permita cobrar por los contenidos.