PRISA

La familia Polanco suscribe finalmente los bonos convertibles de Prisa

| 27 ENERO 2023 | ACTUALIZADO: 30 ENERO 2023 9:18

Se resuelve uno de los principales interrogantes en la primera fase de la ampliación de capital de Prisa. La familia Polanco, que controla un 7,6% del capital del grupo a través de Rucandio -que integra, junto a Santander, el sector crítico con el presidente Oughourlian-, va a suscribir finalmente bonos convertibles emitidos por Prisa como vía para ampliar capital por valor de 130 millones de euros, según ha podido confirmar este medio.

La decisión la anunciaron a pocas horas de que terminara el plazo -el pasado jueves- para que los accionistas preferentes adoptaran una postura en torno a la operación. Fuentes del grupo sospechan que la familia de históricos accionistas tuvo clara la intención de sumarse a esta operación desde el principio para preservar su peso accionarial en el grupo, a pesar de que optaran por no pronunciarse anticipadamente ante un posible fracaso del plan definido por Oughourlian, con quien mantienen «tensas relaciones». Un escenario, que finalmente no se ha cumplido.

Ahora, Prisa tiene buenas esperanzas. En esta primera fase de la ampliación, el editor de El País y La SER ha logrado cubrir más del 80% de la emisión de bonos convertibles de hasta 130 millones de euros, gracias, también, al respaldo de los otros socios principales Amber Capital (29,6%), Vivendi (9,9%), interesada en la compra de nuevas acciones pero frustrada por la ley anitiopas y Global Alconaba (7%), sociedad de inversores liderada por Andrés Varela Entrecanales. Todos estos accionistas suscriptores tendrán que desembolsar el capital la semana que viene.

Está previsto que los bonos no suscritos por los socios preferentes -en torno al 20% de la emisión- los adquieran en los próximos días nuevos accionistas individuales, tanto nacionales como internacionales, sin especial significación empresarial, mediática o editorial.

Estos bonos, que suponen una modalidad de ampliación de capital para cubrir intereses de la deuda que acumula Prisa, serán obligatoriamente convertibles a los cinco años desde la emisión y comportará, por tanto, una reestructuración del tablero accionarial y del Consejo de Administración.