La publicidad de TV3 toca fondo tras caer un 12% por el procés

2017 fue un annus horribilis para TV3; si bien es cierto que más hacia el final que al principio. La cadena catalana ha sufrido como ningún otro medio el efecto paralizante que tuvo el proceso independentista en la industria publicitaria y, muy especialmente, en el mercado televisivo, hacia la recta final del año pasado.

Sin ir más lejos, los ingresos publicitarios de esta televisión cayeron un 12% durante el 2017, dos puntos por encima de la cuota del 10% que perdió el conjunto de las autonómicas en el mismo periodo. Esta contracción respalda además las dificultades que reconoció Vicent Sanchis hace unos meses por “campañas que dicen que nosotros somos una televisión golpista o que somos una televisión sesgada”.

Según reconoce la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) en su último informe de cuentas, el negocio comercial alcanzó los 56,7 millones de euros. Son 7,7 millones de euros menos que en 2016, año el que facturó 64,4 millones de euros, cuando la previsión inicial apuntaba a un crecimiento cercano al 6%.

Como ya se contó en su día, el escenario del procés afectó de lleno a la economía regional en su momento más candente, hasta el punto de paralizar los presupuestos publicitarios de importantes anunciantes.

Y, aunque la situación ha ido volviendo poco a poco a la normalidad, TV3 todavía no ha recuperado la confianza de las marcas. Antes bien, el descenso en picado de los ingresos publicitarios de la cadena autonómica no ha dejado de agravarse, lo que le llevó a registrar un descenso del 11% el pasado marzo, debido a la coincidencia de la Semana Santa y a la retirada de apoyo de las empresas. Ello pese a estar registrando sus mejores cuotas de audiencia de los últimos siete años.

La facturación comercial de TV3 ha descendido un 60% desde 2008.

La caída de publicidad se vuelve aún mayor cuando el dato de facturación de 2017 se pone en perspectiva con el de 2008. Aquel ejercicio TV3 ingresó 130 millones de euros por la vía comercial. Esto es, un 60% más que el año pasado.

Por un lado, este declive constatado, que arrancó en el año 2005. ha llevado a los responsables de la cadena a ir reduciendo de forma gradual su presupuesto publicitario. Al mismo tiempo, el hecho de contar cada vez con menos clientes obliga a depender en mayor medida de las subvenciones que recibe mediante aportaciones públicas de la Generalitat. De hecho, se espera que la parte comercial aporte 76,2 millones de euros este 2018, una cuarta parte del presupuesto total.

Como resultado de esta menor capacidad de ingresos, la corporación catalana cerró el 2017 con unas pérdidas de 7,3 millones de euros, resultado al que cabe sumar también el impacto del IVA. Pese a todo, la continuidad de TV3 parece estar garantizada. En el informe de gestión que acompaña a las cuentas se reconoce que la misma Generalitat «aportará las transferencias necesarias que permitirán al Grupo continuar con su actividad y cubrir los costes que excedan los ingresos obtenidos con terceros (publicitarios y ventas de productos y / o servicios)».