Jordi Juan, vicedirector de La VanguardiaJordi Juan

La Vanguardia suma 1,3 millones de lectores registrados a un mes de lanzarse al pago

| 7 AGOSTO 2020 | ACTUALIZADO: 11 AGOSTO 2020 9:52

Cuenta atrás en La Vanguardia para la puesta en marcha de su esperado modelo de suscripción digital. El buque insignia del grupo Godó es, junto a ABC, la única gran cabecera que falta por hacer la transición hacia el cobro por contenidos.

Tras estirar los plazos debido a la crisis sanitaria, la publicación catalana ultima los detalles para llegar a septiembre con todas las funcionalidades operativas. Frente a las fórmulas planteadas por El País y El Mundo, apostará por un sistema híbrido que combine el modelo freemium, donde se restringe el acceso a determinados contenidos, y el poroso, más flexible. Una propuesta similar a la que plantea El Confidencial con EC Exclusivo, producto que desplegó el pasado junio.

Una de las razones detrás de esta decisión es la necesidad de generar ingresos a través de los lectores sin renunciar en exceso a la publicidad. Un equilibrio delicado que La Vanguardia afronta como líder generalista, según los últimos informes de audiencia de ComScore.

El diario catalán fue el primero en anunciar sus intenciones de pasarse al pago. Sin embargo, ha preferido mantener inalterada su hoja de ruta y dar el salto con una amplia base de posibles suscriptores. Estos no son otros que los lectores registrados, que según indican fuentes internas superan los 1,3 millones, cifra que se ha duplicado durante el confinamiento. En comparación, ABC contabilzaba 800.000 usuarios hasta junio.

La Vanguardia llevaba desde mayo de 2019 trabajando con un muro de registro a fin de conocer mejor los hábitos e intereses de su audiencia. Al comienzo de su activación saltaba al consumir más de 40 contenidos mensuales, cifra que se redujo a diez el pasado octubre.

Esta clase de registra es considerado una pieza clave en la estrategia de suscripción. De hecho permiten aprender más sobre las preferencias y necesidades de los lectores. Hasta el punto de que permiten mejorar las tasas de conversación diez veces respeto a los usuarios anónimos, según datos internos de la empresa Piano Media.