Las plataformas de streaming tendrán que invertir entre el 20 y el 25% de sus ingresos en Francia en contenido local
El Gobierno francés obligará por ley a Netflix, Disney+ y otros servicios de streaming a que inviertan en contenido local entre el 20 y el 25% de lo que facturen en ese país. Este decreto convierte a Francia en el primer país de la Unión Europea que traslada la Directiva de Servicios Audiovisuales, que establece que la contribución deberá ser proporcional a los ingresos en cada estado. Este marco legal tiene como objetivo equilibrar la competencia entre gigantes estadounidenses y otros actores europeos.
La norma ha recibido el nombre de Servicios de Medios Audiovisuales bajo Demanda (SMAD) y entrará en vigor el 1 de julio. Establece que las plataformas de vídeo a la carta deberán dedicar al menos el 20% de su facturación en Francia a financiar producción de obras cinematográficas y audiovisuales europeas o francesas. Ese porcentaje se eleva al 25% para aquellos servicios que ofrecen películas con menos de 12 meses de antigüedad.
Esa última disposición abre la puerta a un eventual reajuste de las ventanas de exhibición, que son los periodos protegidos en los que cines, formato físico, televisión o plataformas de streaming pueden acceder a la difusión exclusiva del contenido. Actualmente los servicios a la carta en internet tienen que esperar hasta 36 meses para poder exhibir un estreno y todo parece indicar que la negociación en marcha anticipa una contrapartida para esas compañías en forma de reducción drástica de esa cifra.
El Gobierno francés toma la iniciativa para adaptar a su ámbito nacional la Directiva de Servicios Audiovisuales de la Unión Europea.
Ese es uno de los aspectos más controvertidos a la hora de reordenar el panorama, ya que convergen intereses variados en conflicto. El Gobierno francés se mantiene a la espera de que todos esos actores alcancen un acuerdo por sí mismos, pero si no fuera así podría entrar a establecer esas nuevas ventanas próximamente por decreto.
El Consejo Superior del Audiovisual (CSA) ejercerá como interlocutor de los servicios de streaming para fijar un convenio de reparto de esas aportaciones. Velará por el cumplimiento de condiciones de base, como la asignación de al menos el 20% de ese dinero para cada uno de los géneros contemplados o la adjudicación para producción independiente bajo baremos tasados.
En concreto, tres cuartas partes en el caso de lo invertido en cine y dos terceras partes de la partida para audiovisual. Todo ello limitado con “cláusulas de diversidad”, con las que el Ministerio de Cultura prevé evitar concentración de inversiones en “obras de gran presupuesto o en ciertos géneros más que en otros”, según explica en un comunicado.
Precisamente uno de los grandes éxitos de Netflix de los últimos tiempos es de origen francés. Lupin, serie basada en el popular ladrón de guante blanco creado por Maurice Leblanc en 1905, ha logrado el segundo mejor estreno de la historia de la plataforma y se ha consolidado entre espectadores de todo el mundo. Ha sido financiada íntegramente por Netflix y se espera que pronto tenga productos asociados en la recién estrenada tienda online del servicio para capitalizar ese tirón.
