Planeta pagó 3,4 millones de euros en la persecución fiscal de Hacienda

| 27 ENERO 2017 | ACTUALIZADO: 27 ENERO 2017 13:53

Planeta Corporación, la sociedad matriz del grupo Planeta y propietaria de La Sexta y Antena 3, obtuvo un volumen de facturación de 2.364 millones de euros en 2015, según figura en el informe de cuentas depositado en el Registro Mercantil. Esta cifra de negocio supone mejorar un 8,07% los registros del año anterior, que fueron de 2.187 millones de euros.

De los 2.364 millones de euros facturados durante el ejercicio, 948 millones procedieron de publicidad. Lo que en su momento permitió situar a Planeta a la cabeza de los grupos de comunicación que más ingresos atrajo por esta vía en 2015, con una cuota del 23,8%.

Aunque en la memoria se recoge un resultado positivo de 107 millones de euros en el ejercicio, «los administradores de la sociedad propondrán a la Junta General de Socios aplicar unas pérdidas de 25,8 millones de euros», lo que significaría triplicar los números rojos de 2014, que fueron de 7,8 millones. En esta cifra están descontados los 343 millones que destinó la compañía al pago de salarios, una partida que se incrementó un 5% con respecto al año anterior.

El capítulo del endeudamiento con entidades de crédito también crece. Concretamente lo hace un 1,8%, una subida ligera que se produce al pasar de los 1.254 millones de euros a los 1.271 millones en apenas doce meses.

El departamento de Cristóbal Montoro decidió abrir una inspección a varios medios de comunicación en el momento de mayor crítica al Gobierno

Hay, sin embargo, varias cuestiones que admiten una mención especial por parte del auditor en las páginas del informe. La primera tiene que ver con la investigación fiscal que emprendió el Ministerio de Hacienda contra el grupo Planeta y otros medios de comunicación en 2012. El departamento de Cristóbal Montoro decidió lanzar el procedimiento en el momento en el que la prensa se mostraba más crítica con el Gobierno, donde también se involucró a Unidad Editorial.

En el caso de la accionista mayoritaria de La Razón esta actuación le supuso tener que rendir cuentas sobre tributos de ejercicios pasados, como el impuesto de sociedades de 2008, 2009 y 2010; el IVA de 2008 y 2010; o el impuesto de no residentes de esos dos mismos años. Pero además, en abril de 2013 recibió una notificación para revisar el «IRPF del periodo comprendido entre marzo 2009 y diciembre de 2011».

La investigación se dio por zanjada apenas un año después. «En mayo de 2014 el Grupo firmó en conformidad las Actas resultantes de dichos procesos de comprobación fiscal», detalla la compañía en su memoria económica. Hasta donde se sabía, romper con el cerco le costó 1,016 millones de euros. No obstante, esa cantidad se correspondía con las regularizaciones de los dos primeros ejercicios, es decir, 2008 y 2009. Todavía faltaba por conocer el resultado de la inspección correspondiente a 2010 y siguientes.

Tal y como queda recogido en las cuentas del último ejercicio disponible, poner fin a las regularizaciones efectuadas en torno a la retención de sociedades generaron un gasto total de 3,4 millones de euros al grupo que preside José Creuheras. Un impacto que fue registrado en la línea de «Ajustes en la imposición sobre beneficios» aunque no supuso ninguna infracción fiscal.

Por otro lado, el auditor destaca que el grupo registró un deterioro bruto de 24,5 millones de euros en su inversión en Jaipur Investment SL con cargo a reservas cuando debería figurar en el epígrafe de «Pérdidas netas por deterioro».

A través de esta sociedad patrimonial la familia Lara se hizo con el 6% de las participaciones del Banco Sabadell. Así pues, la firma auditora, en este caso KPMG, destaca que al haberse puesto de manifiesto en 2015 el deterioro tendría que haberse recogido en la cuenta de pérdidas y ganancias, lo cual hubiera supuesto agravar su resultado.

Por último, dentro del subepígrafe de «Activos financieros disponibles para la venta» se incluye la participación del 20% que mantiene Planeta en el grupo ZED Wordwide, sobre el que se precisa que»el Grupo no ejerce influencia significativa». Desde finales del pasado diciembre la cúpula de esta empresa está siendo investigada por el FBI por el pregunto pago de sobornos a familiares de políticos del Gobierno ruso.