The Atlantic despide al 17% de sus empleados por el desplome de la publicidad y los eventos físicos frustrados

| 23 MAYO 2020 | ACTUALIZADO: 25 MAYO 2020 13:13

Algunas de las historias más leídas durante la crisis del coronavirus han sido publicadas por The Atlantic, una publicación de 163 años de historia y una transición digital admirada por muchos. Pero la crisis le ha golpeado igualmente y su presidente ha tenido que anunciar a su plantilla la salida de hasta 68 trabajadores, lo que supone el 17% de la fuerza de trabajo total. El resto afronta una congelación salarial para todo lo que queda de año, con recortes de sueldo para los directivos.

Tal y como explica el primer ejecutivo de la empresa en una comunicación interna, “la pandemia global ha bloqueado la economía en general, especialmente la publicidad y los eventos físicos a la vez”. Eso es lo que explica que ambas áreas sean las más afectadas por los despidos. De hecho, el presidente reconoce que podrían haber optado por permisos no retribuidos para esas personas si no hubieran pensado que realmente esos roles no podrán volver a ser productivos para The Atlantic en un futuro próximo.

Esas medidas se contraponen a la mejora de las suscripciones y definen un giro acelerado en el modelo de negocio. Desde que esta publicación optara por levantar un muro de pago en septiembre de 2019, ha sumado hasta 160.000 lectores de pago, tal y como indicaba esa misma comunicación. Solo en las semanas de la pandemia esa base ha aumentado en 36.000 personas, casi un 30%.

Ante ese escenario, el plan de The Atlantic pasa por que los lectores superen a la publicidad como la fuente de ingresos mayoritaria, como ya sucede por ejemplo con The New York Times. Y su proyección es llegar a un millón de suscriptores en diciembre de 2022.

Cuando se conocieron estos despidos, surgieron algunas críticas que recordaban que la accionista mayoritaria de The Atlantic es Laurene Powell Jobs, viuda de Steve Jobs, cuya riqueza es estimada en casi 20.000 millones de dólares por Forbes. Por otro lado, Ben Thompson, analista conocido por su boletín The Stratechery, apuntó igualmente que la estructura de costes de The Atlantic previa a estos ajustes era controvertida para un medio que esperaba potenciar su negocio de suscripciones: 90 periodistas y 250 personas no adscritas al área editorial.