Sara Portillo, Account director en OmnicomPRGroup

Sara Portillo: Evidencia científica, la mejor medicina contra las fake news

| 3 OCTUBRE 2022 | ACTUALIZADO: 4 OCTUBRE 2022 13:45

Vivimos en la era de la información; vivimos en la era de la inmediatez en la que cualquier persona puede acceder a cualquier tipo de información en cualquier momento y desde cualquier parte del mundo. La evolución de la tecnología ha supuesto un cambio de paradigma en el consumo de información en todos los ámbitos y, por supuesto, también en lo que a la salud se refiere.

De hecho, según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnología de Información y Comunicación en los Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE), cerca del 70% de los internautas busca información sobre temas de salud. La pandemia también ha supuesto un cambio en el uso de las nuevas tecnologías en lo que a salud y servicios sanitarios se refiere. Así, más de la mitad de los usuarios han concertado una cita con un médico a través de una web o app móvil, porcentaje 11 puntos superior al de 2020.

Estos datos ponen de manifiesto el interés de la población en asuntos relativos a su salud y, por lo tanto, esto nos lleva a pensar en la importancia de la responsabilidad y la sensibilidad cuando informamos sobre salud.

La información de salud es altamente sensible, puesto que cuando alguien busca información sobre una enfermedad, un síntoma o cualquier aspecto referente a su estado de salud, probablemente lo haga bajo un sentimiento de preocupación o incertidumbre. De ahí, la importancia de la empatía y la sensibilidad cuando informamos sobre salud. Todos los que nos dedicamos a informar sobre salud, debemos valorar las circunstancias en las que se puede encontrar la persona que recibe esa información. Por ello, es importante avalar la información con evidencia científica, contrastarla con expertos en la materia (científicos, profesionales médicos, etc) y aportar fuentes de información fiables, contrastadas y oficiales.

«Todos los que nos dedicamos a informar sobre salud, debemos valorar las circunstancias en las que se puede encontrar la persona que recibe esa información».

La tendencia hacia lo digital es una realidad y lo será cada vez más en las personas más jóvenes. Estudios revelan que la mayoría de las personas buscan esa información en Internet antes de acudir al médico. No solo buscan datos sobre síntomas o sobre su salud, sino que también indagan sobre los profesionales sanitarios, opiniones sobre centros sanitarios, etc. Es decir, nos encontramos ante una generación a la que le interesa informarse y asistir a la consulta médica con información previa.

Esta es una tendencia al alza con la que todos los agentes implicados en salud tienen que convivir y adaptarse. El problema de esto radica en la cantidad de fake news que encontramos en la red, probablemente sobre todas las temáticas, pero este problema se agrava cuando hablamos de salud. Por ello, es necesario que la información de salud de calidad, contrastada y avalada por la ciencia esté disponible. Es importante que los profesionales que tienen formación e información suficiente para hablar sobre salud lo hagan ahí donde busca la gente: en Internet, en las redes sociales, en los medios… La única manera de combatir las fake news es ofrecer más información contrastada y avalada científicamente a la población usando los canales y el lenguaje que utiliza la población general. Sin duda, este es el principal reto y la mejor medicina contra la desinformación.