Australia aprueba la ley que obliga a las plataformas a pagar a los medios mientras el resto del mundo observa

| 26 FEBRERO 2021 | ACTUALIZADO: 26 FEBRERO 2021 13:33

El 25 de febrero de 2021 acaba de incorporarse como nuevo hito en la historia reciente de internet, ya que es el día en el que el Parlamento australiano tramitó el código de conducta que fuerza a los gigantes de internet a pagar a los medios por su trabajo. Google y Facebook están ahora obligados a negociar remuneración con todos los actores del sector, mientras editores y autoridades del resto del mundo están pendientes de este nuevo escenario.

Ese es el caso de los medios canadienses, que recientemente publicaron una carta abierta dirigida a sus parlamentarios en la que demandaban una acción de este tipo. Previamente habían elaborado un informe titulado Levelling the Digital Playing Field (Nivelando el terreno de juego digital) en el que describían la situación actual como un duopolio efectivo en publicidad digital que permitía a Google y Facebook imponer condiciones injustas a los editores nacionales. En ese documento calculaban que importar la solución australiana permitiría que el sector recuperara 620 millones de dólares al año.

La Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido (CMA) también observa con atención lo que pasa en la antigua colonia británica. Andrea Coscelli, su director, lo confirmó así a BBC: “Pensamos que están afrontando problemas que nosotros también tenemos y que están aportando posibles soluciones. Hay muchas variantes pero creo que es un punto de datos muy importante para lo que podríamos hacer en Reino Unido”. En julio ya había emitido un informe que solicitaba regulación para intervenir sobre el desequilibrio de planificación publicitaria.

Esas son solo dos de las eventuales reverberaciones que puede tener a nivel mundial el código de conducta en Australia. Google y Facebook lo han obstaculizado durante meses, hasta el punto de que la red social llegó a decretar un apagón informativo durante cinco días por considerar que el texto era lesivo para sus intereses. La normativa aprobada por el Parlamento incluye modificaciones de última hora que han hecho que Facebook levante el veto, especialmente en lo que tiene que ver con la entrada en escena del arbitraje y el plazo para llegar a acuerdos con los editores.

El marco legal aprobado por el Parlamento australiano está sirviendo de ejemplo e inspiración para editores y autoridades de otros países.

Esto último es una de las claves del informe negativo de la autoridad de la competencia francesa, que acusa a Google en un reciente informe de no obrar con buena fe en las negociaciones que ha cerrado con medios nacionales. Allí el gigante de las búsquedas se ha visto obligado por la Justicia a establecer acuerdos con editores en el contexto de la primera gran transposición de la Directiva de Copyright de la Unión Europea. Los medios españoles están divididos en torno a esta circunstancia entre quienes quieren mantener el Canon AEDE, basado en la obligación irrenunciable a cobrar de forma colectiva por los derechos de uso de los contenidos, y quienes desean negociar de manera individual con cualquier actor.

Lo que parece claro es que las relaciones entre medios y grandes compañías de internet están en un proceso de redefinición, condicionadas por una preocupación cada vez mayor de las autoridades de muchos países sobre aspectos como la desinformación. Y también ha aumentado la necesidad percibida de introducir legislación que controle eventuales abusos y externalidades negativas para la sociedad de Google o Facebook. Esa es la idea tras la futura legislación que prepara la Unión Europea.