Las suscripciones a servicios de streaming se dispararon hasta superar los 1.000 millones en 2020
El impacto de la pandemia ha estado dejando resultados excepcionales para las plataformas de streaming, pero Motion Pictures Association (MPA) ha terminado de concretar el panorama. La asociación que agrupa a Disney, Paramount, Sony, Universal, Warner Bros y Netflix acaba de publicar su informe de 2020, que apunta que las suscripciones a servicios de ese tipo rebasaron por primera vez los 1.000 millones, para quedarse en torno a 1.100 en todo el mundo.
El hito coincide con el desplome general de un 72% en ingresos en salas, que en EEUU llegó al 80% porque los cines permanecieron cerrados mayoritariamente desde el mes de marzo allí. Esa circunstancia explica que ese país perdiera su tradicional condición de primer mercado en exhibición cinematográfica a manos de China. Solo recientemente han empezado a operar algunas salas de Nueva York y Los Ángeles, en el contexto de la relajación de las medidas contra el coronavirus por la campaña de vacunación.
La pandemia ha impulsado a niveles históricos el número global de clientes de plataformas de televisión bajo demanda, con Netflix y Disney+ como grandes beneficiados.
De hecho los estrenos que tenían que haber llegado a cines y acabaron derivándose a plataformas han contribuido en una parte indeterminada al auge de esos servicios, cifrado en un 26% de incremento de clientes. Netflix y Disney+ han sido los grandes catalizadores de la tendencia gracias a estrategias diferentes.
La primera de ellas ha mantenido un nivel elevado de estrenos a pesar de los parones generalizados de rodajes, con lo que pudo cerrar 2020 con más de 200 millones de suscriptores. Y la segunda tuvo que revisar en noviembre sus objetivos porque en apenas un año ya rozaba la cifra más optimista prevista para cinco, con 86,8 millones, gracias al tirón de The Mandalorian o el valor de su catálogo.
Por detrás hay otros actores tratando de consolidarse como acompañamiento a ambas. Ese es el caso de HBO Max, que Warner espera potenciar estrenando simultáneamente en ella las películas del estudio que lleguen a los cines a lo largo de 2021, como empezó probando con Wonder Woman 1984. O el de Discovery, que va de la mano de Vodafone en diferentes países europeos y tiene los derechos de emisión de los JJOO de Tokio.
Otra de las consecuencias es el elevado número de nominaciones que han recibido películas realizadas o compradas por plataformas de streaming en la próxima edición de los Oscar. La escasa producción general y la problemática exhibición están detrás de cuotas históricas de candidatos aportados por esto serivios. Solo llegaron a salas 319 películas, un 63% menos que en 2019. Y de ellas 60 eran de los miembros de MPA, menos de la mitad que en 2019.