Un consorcio de fondos pagará 16.000 M$ por Nielsen en la segunda mitad del año

| 30 MARZO 2022 | ACTUALIZADO: 31 MARZO 2022 8:08

El medidor tradicional de la audiencia televisiva en EEUU va a cambiar de manos. Así será al menos si sus accionistas y los reguladores no ponen pegas a la venta que ha sido acordaba por valor de 16.000 millones de dólares, deuda incluida, entre sus actuales gestores y un grupo de fondos conformado por Evergreen Coast Capital y Brookfield Business Partner. Si todo transcurre como está previsto, Nielsen dejará de ser empresa cotizada a lo largo del segundo semestre y continuará sus esfuerzos para recuperar la confianza del sector bajo esa nueva propiedad.

La operación venía negociándose desde hace semanas sin que hasta la fecha hubiera acuerdo en el precio. Finalmente la compañía ha sido comprometida a 28 dólares por acción, lo que supone un 26% más respecto a su valor a cierre de mercado el día anterior. Esa oferta definitiva ha mejorado en un 10% la tentativa previa del mismo colectivo y además cierra las conversaciones en un 60% más frente al precio al que cotizaba la empresa el 11 de marzo, justo un día antes de que se diera a conocer que la venta parecía inminente. En todo caso, Nielsen dispone de una ventana de 45 días en la que podrá discutir una posible venta con terceros, de cara a que pueda aceptar una oferta eventualmente mayor. Si sucediera, tendría que pagar hasta 102 millones de dólares al consorcio en concepto de indemnización.

El medidor histórico de audiencia de la televisión en EEUU encadena cambios trascendentales en los últimos meses para intentar reposicionarse de cara a un sector que en parte ya no le considera fiable.

Esta venta forma parte de un punto de inflexión clave en los casi 100 años de historia de la compañía, que se ha visto desacreditada por Media Rating Council como medidor de la audiencia televisiva en EEUU tras siete décadas. Nielsen admitió hace algunos meses que había estimado a la baja el número de espectadores de varias cadenas durante lo más severo de la pandemia como consecuencia del mantenimiento inadecuado de su panel de usuarios, con lo que su posición se ha debilitado. Grandes actores del sector como NBCUniversal han empezado a trabajar con otros medidores que prometen además un mejor rendimiento en la compleja tarea de registrar un consumo audiovisual cada vez más fragmentado, sobre todo en el contexto del auge del streaming.

Para intentar contrarrestar las críticas a poca adaptación a ese último ámbito, Nielsen se ha comprometido a ofrecer datos de plataformas en EEUU para mostrar una realidad más completa del consumo televisivo. Y mientras tanto mantiene con su rival tradicional Comscore una carrera por lanzar una oferta de medición unificada que pueda convencer al mercado. En su caso se trata de ONE, un sistema para el que ya ha reclutado a empresas como Disney y Magna de cara a refinarlo.

Además la compañía tiene previsto lanzar un nuevo esquema de medición individualizada este mismo año con el objetivo de reemplazar a su entorno C3, su estándar desde 2007. Nielsen vendió hace algunos meses su división de consumo Global Connect para centrarse exclusivamente en medición de audiencias de medios, y ha reflejado ese cambio igualmente en una nueva imagen de marca.