Bob Iger (Disney)Bob Iger.

Bob Iger seguirá dos años más al frente de Disney y pone sobre la mesa la eventual venta de activos televisivos

| 14 JULIO 2023

El teórico mandato de transición de Bob Iger como consejero delegado de Disney se alargará más de lo previsto. La compañía ha acordado que su primer ejecutivo continúe en el puesto dos años más, hasta 2026, de forma que tenga más tiempo para hacer cambios cruciales en ella y además encuentre el sucesor adecuado para continuarlos. Iger ya aplazó su salida del gigante del entretenimiento en su ciclo anterior como CEO hasta cuatro veces entre 2013 y 2017, pero esta vez afronta retos más complejos para su futuro.

Entre ellos, el más relevante es el de preparar a Disney para un contexto de rápido desplome de ingresos vía televisión por cable mientras consigue que el streaming sea rentable. Ese escenario incierto ha determinado en parte el despido de hasta 7.000 personas en las últimas semanas y una reorganización interna en la que ya no se oculta que los activos televisivos pueden ponerse a la venta en algún momento.

Iger lo expresó así en una entrevista reciente concedida a CNBC, en la que indicó que canales como ESPN “pueden no ser fundamentales para Disney”, algo que hasta hace poco tiempo era impensable. De hecho, la emisora deportiva ha sido segregada en la última reestructuración a una división propia, lo que para algunos analistas equivale a preparar el terreno para una posible salida al mercado.

ESPN ha sido tradicionalmente una gran fuente de ingresos para Disney, pero en los últimos tiempos su negocio se ve afectado por una combinación de factores: por un lado, la subida de precio de los derechos deportivos que emite debido a mayor competencia de las plataformas de vídeo bajo demanda para obtenerlos; por el otro, la reducción progresiva de usuarios que pagan por verlos en los paquetes de cable.

El primer ejecutivo amplía su mandato hasta 2026 para afrontar el deterioro del negocio de la televisión por cable mientras conduce a la rentabilidad al streaming.

La presión a la baja en facturación en ese segmento se traslada a la necesidad de ajustar costes en el streaming de cara a que abandone los números rojos el año que viene. Por ello, Disney ha retirado contenidos de su principal plataforma para ahorrar costes vinculados a sus autores creativos o se está replanteando volver a licenciar algunos de ellos a terceros para obtener más ingresos. Todo ello como parte de una estrategia de ahorro de hasta 5.500 millones de dólares, de los que 3.000 procederían de gasto que no se va a ejecutar en contenido no deportivo.