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Disney afronta una demanda por ocultar pérdidas originadas por el streaming

| 31 AGOSTO 2023

Un grupo de inversores ha recurrido a los tribunales para exigir responsabilidades a la anterior y la actual alta dirección de Disney por eventual omisión de información sobre la situación económica provocada por su principal servicio de streaming. En la demanda se le atribuye a la compañía “un plan fraudulento diseñado para ocultar el alcance de las pérdidas de Disney+ y hacer que la trayectoria de crecimiento de los suscriptores pareciera sostenible y que los objetivos para 2024 parecieran alcanzables cuando no lo eran”.

Esta acción legal se remonta en los hechos hasta diciembre de 2020momento en el que los demandantes encabezados por la firma Stourbridge Investments creen que comenzó un “engaño repetido a los inversores”. Por ello aparece entre los citados Bob Chapek, entonces consejero delegado del gigante del entretenimiento, a cuya gestión se le achaca el comienzo de “una caída precipitada del valor de mercado” para las acciones de Disney.

Desde entonces esas participaciones han caído en torno a un 45% y cotizan a mínimos de 2014. Los accionistas beligerantes culpan a la predicción realizada en torno a esas fechas por Chapek acerca de que en 2024 Disney+ tendría entre 230 y 260 millones de suscriptores y estaría en beneficios. Apuntan que la situación que muestran los resultados del segundo trimestre de este año dista mucho de esa proyección, con 146 millones de suscriptores y 512 millones de dólares en pérdidas en la división de streaming.

Esos números rojos han sido una constante desde que fue estrenada Disney+ y los demandantes acusan a los gestores anteriores y actuales de la compañía de “ocultar los costes reales de la plataforma” imputando parte de ellos al negocio de televisión tradicional. Y ponen como ejemplo el estreno en esos canales de contenidos realizados para ser originales en su principal apuesta en el streaming.

La firma Stourbridge Investments acusa a gestores anteriores y actuales de operar de forma lesiva para los accionistas en torno al impacto real de Disney+ en las cuentas.

No es la primera vez que los accionistas del gigante del entretenimiento critican la estrategia de sus directivos en torno al vídeo bajo demanda. A principios de año el inversor activista Nelson Peltz dio batalla con exigencias en torno a lo que consideraba “falta de disciplina en costes”, especialmente en relación con el streaming, y solo cesó en su actitud ante el anuncio de una reestructuración general de la empresa que conllevaría 7.000 despidos. El consejero delegado Bob Iger recuperó igualmente el reparto de dividendos, suspendido desde 2020, para consolidar su conformidad con la gestión.