La estrategia de Netflix para evitar cuentas compartidas en EEUU dispara sus altas
El 23 de mayo Netflix empezó a alertar a sus usuarios estadounidenses de que solo podrían compartir cuenta con los miembros de su mismo hogar, con la intención de atajar el consumo sin pagar de personas que en parte esperaba convertir eventualmente a una suscripción. Y esa estrategia estaría funcionando, según los datos recopilados por Antenna sobre sus primeros días de vigencia. De hecho la compañía de análisis apunta en un informe que ha registrado los cuatro días de mayor número de altas en el servicio desde que empezó a auditarlos hace cuatro años y medio.
En concreto el 26 y el 27 de mayo se formalizaron alrededor de 100.000 nuevas suscripciones diarias y el promedio en todo el periodo posterior a la notificación alcanzó las 73.000. Eso supone un 102% más que la media registrada en los 60 días anteriores, y esos picos superan además a los que Antenna detectó en las primeras semanas de los confinamientos decretados en marzo y abril de 2020. Ese crecimiento queda muy por encima del de las cancelaciones, que han repuntado igualmente hasta un 25,6% más que en los 60 días previos.
Esto significaría que en gran parte los usuarios advertidos de la nueva política habrían atendido a las opciones presentadas por la compañía: transferir el perfil a la persona que hasta ahora consumía contenidos sin tener cuenta propia, de forma que pudiera hacerse una manteniendo sus pautas de personalización; o bien abonar un extra de 7,99 dólares al mes para que ese sujeto ajeno al hogar pueda seguir como hasta la fecha, pero ya regularizado de cara a Netflix.
A falta de que el gigante del streaming pueda confirmar esa tendencia en la presentación de los resultados del segundo trimestre, en los anteriores apuntó que las señales eran positivas allí donde había puesto en marcha la estrategia tras un primer impacto negativo. Entre ellos, España, donde el estudio Entertainment on Demand (EoD) de Kantar apuntó recientemente que el fin de las cuentas compartidas habría supuesto la pérdida de en torno a un millón de usuarios. Netflix estima que parte de esas bajas se terminan reconvirtiendo en nuevas altas con base en la gran tracción cultural de sus productos, que deriva en su capacidad para capturar la atención del público y vertebrar conversaciones.
Antenna estima que el gigante del streaming habría totalizado los cuatro días de más altas desde que monitoriza sus suscriptores y calcula un incremento del 102% en la media diaria.
La conversión al pago de usuarios que hasta ahora accedían gratuitamente a los contenidos es uno de los dos grandes frentes en los que la compañía espera rentabilizar mejor su consumo. El otro es el de la publicidad, cuya versión ya acumula casi cinco millones de usuarios en seis meses y en EEUU ya es más rentable por usuario que la versión estándar de suscripción.
