El negocio publicitario de YouTube vuelve a crecer tras tres trimestres a la baja
La facturación comercial de YouTube, la mayor plataforma de vídeo del mundo, repuntó en el segundo trimestre un 4,4%, hasta los 7.670 millones de dólares. Este resultado ha roto la racha de tres periodos consecutivos en los que YouTube iba consignando decrecimientos frente al año anterior y ha venido de la mano de la publicidad de marca por delante de la de respuesta directa, lo que según la directora financiera Ruth Porat “refleja una mayor estabilización en el gasto de los anunciantes”.
Eso ha permitido que Alphabet computara ingresos de 74.600 millones, un 7% más en línea con lo previsto por el mercado, para cerrar el periodo con beneficios operativos de 21.838 millones un 12% más. Y los beneficios netos de 18.368 millones suponen una mejora del 15%. El gigante de la publicidad digital ha capitalizado en parte un cierto repunte en la planificación que le ha servido para mitigar los costes extra originados por despidos y gastos asociados a la reducción de espacio de oficinas, que han disparado la partida corporativa de 239 a 1.198 millones.
Más allá de la recuperación relativa de la publicidad, otra buena noticia para Google es la mejora consistente en las cifras asociadas a su negocio de servicios en la nube. Cloud computó en el trimestre 8.031 millones de dólares de facturación, un 28% más que el año anterior, y dejó 395 millones en beneficio operativo. Esa área se ve impulsada por la necesidad de potencia de computación que conllevan las aplicaciones de inteligencia artificial, lo que en principio potenciará esas divisiones en los grandes actores del segmento: Microsoft, Amazon y la propia Google.
Y en ese contexto, la apuesta del gigante de las búsquedas por esa tecnología para no verse desplazado en su negocio principal por Microsoft tiene reverberaciones con resultados aún por descubrir. Entre ellas, el desarrollo de un incipiente asistente para periodistas que le permita generar contenidos más rápido que ha sido presentado a grandes medios de EEUU, que a su vez se están organizando para exigir que se les pague por usar su contenido de diferentes formas con esa tecnología.
La plataforma en concreto y su matriz en general han capitalizado parte de un cierto repunte en la planificación digital tras meses de caída.
Ese frente añade algo más de complejidad a la situación regulatoria de la compañía y eso explica en parte la promoción de Porat a un nuevo cargo como presidenta y responsable de inversiones de Alphabet. Parte de su nuevo rol será “fortalecer nuestra colaboración con los responsables políticos”, lo que significa que a partir de septiembre tendrá sobre la mesa asuntos como la posición de la compañía en Canadá tras haber decretado la retirada de noticias o posibles consecuencias añadidas del revuelo causado por el informe de Adalytics sobre cómo habría incumplido sus estándares en planificación sobre vídeo en sitios de terceros. Pero sobre todo tendrá que gestionar la ofensiva regulatoria en Europa y los efectos derivados de la directiva de Servicios Digitales.
