BuzzFeed restaurará los salarios recortados en marzo gracias a la recuperación progresiva de la publicidad
La tempestad desatada por el coronavirus amaina sobre BuzzFeed. La empresa ha anunciado a sus trabajadores que volverán a percibir sus sueldos completos a partir del 16 de septiembre y que además prepara el final de la reducción de horas de trabajo y paga asociada que había aplicado a su división de noticias.
El retorno a una cierta normalidad llega tras casi seis meses de recorte salarial de entre un 5 y un 10% para empleados y de entre un 14 y un 25% para directivos, la primera medida tomada por la empresa cuando la situación generada por la pandemia empezó a impactar de manera seria en las cuentas. El ahorro resultó insuficiente y después llegaron suspensiones de empleo y sueldo para docenas de trabajadores, hasta el despido de 50 empleados en EEUU. Además la empresa inició un repliegue internacional preparando sus salidas de Alemania y Brasil, así como cerrando operaciones informativas locales en Reino Unido y Australia.
Además de la minoración de costes generada por esas medidas, BuzzFeed ha cuidado su relación con los anunciantes para ir atrayéndolos de nuevo a medida que la situación mejorara. Ken Blom, vicepresidente de Estrategia de Anuncios y Asociaciones, lo concreta en AdExchanger en que su equipo no centró las propuestas comerciales en tráfico o volumen, sino en explicar a las marcas qué contenido estaba consumiendo la gente y la idoneidad de su mensaje en él. Y tampoco fue severo respecto a cláusulas de penalización por campañas canceladas, demostrando una flexibilidad que los anunciantes han agradecido.
La reversión de las reducciones salariales supone un hito esperanzador para una industria que ha tenido que adaptarse con medidas de ese tipo a las circunstancias generadas por la pandemia. Medios como The New York Times o Vox Media han tenido que despedir a periodistas, y The Guardian prepara también salidas. En España también planea la eventual destrucción de empleo en redacciones si la situación no mejora.
Sin embargo, durante estas semanas también ha habido otros casos positivos en los que la crisis ha golpeado menos de lo previsto a otras empresas informativas. The Spectator o The Daily Telegraph devolvieron las ayudas públicas que habían solicitado porque finalmente no se encontraron un panorama tan negativo como esperaban, especialmente porque su modelo basado en suscriptores les permitió afrontar mejor la debacle publicitaria.