El coronavirus ha impactado con despidos y ajustes en más de 200 medios en EEUU

| 22 JULIO 2020 | ACTUALIZADO: 23 JULIO 2020 9:27

Poynter mantiene desde el seis de abril un listado de medios de EEUU que han tomado medidas variadas sobre su plantilla para afrontar la crisis derivada del coronavirus. Actualmente esa nómina abarca más de 200 redacciones cuya respuesta oscila entre despidos, reducciones salariales o suspensiones de empleo y sueldo. En algunos casos, también el cierre.

Aunque sus propios autores indican que es difícil llevar un recuento real de todos esos ajustes, la nómina de Poynter es el retrato más aproximado de las consecuencias del COVID-19 sobre el sector en ese país. Ya en abril The New York Times estimaba en 36.000 los profesionales afectados por cualquiera de esas medidas y es probable que la pandemia actualice por lo alto la cifra de periódicos desaparecidos en EEUU en los últimos años.

Además, el coronavirus ha acelerado tendencias que ya se estaban percibiendo en los últimos años: por un lado, el estancamiento de los nativos digitales, algunos de los cuales esperaban alcanzar beneficios en 2020 por primera vez; por otro, el de la desconfianza en los medios en un momento crítico para mantenerse informado, en mitad de un ambiente de polarización ideológica y de sensación de incomprensión por parte de sectores concretos de la sociedad de EEUU; y finalmente el papel de las plataformas, que en un contexto de recesión publicitaria mantienen mucho mejor el tipo que los medios, pese al boicot a Facebook.

En ese escenario se están produciendo movimientos a gran escala en el sector como la posible compra de McClatchy, una de las principales cadenas de periódicos de EEUU, por parte de un fondo de inversión. Ese grupo entró en quiebra hace meses por no poder hacer frente a la deuda asumida en 2006 para comprar Knight-Ridder, una cadena rival, por 6.500 millones de dólares.

El sector también está pendiente de la presentación de resultados del segundo trimestre de The New York Times, que ya anticipó en el primero un desplome de ingresos publicitarios de entre el 50 y el 55% y que en julio ya ha puesto en marcha una iniciativa de segmentación publicitaria en base a datos de primera mano.