Google y Microsoft arrastran a los medios a su contencioso histórico

| 15 MARZO 2021 | ACTUALIZADO: 16 MARZO 2021 8:55

La evolución tecnológica de las dos últimas décadas viene marcada por la creciente competencia entre Google y Microsoft en cada vez más campos. Ambas empresas se disputan cuota de mercado en búsquedas, alojamiento en la nube, aplicaciones de productividad, correo… y ahora también pelean por el favor de los medios. La sorprendente irrupción del creador de Windows en la controversia sobre el pago de contenidos abre un nuevo frente inesperado para el gigante de las búsquedas, que lo considera un giro interesado y poco altruista con la causa del periodismo.

Kent Walker, vicepresidente de Asuntos Globales de Google, explicó recientemente que Microsoft “está volviendo a su libro de jugadas familiar de atacar a rivales y hacer presión para regulaciones que beneficien sus intereses” en una entrada del blog corporativo dedicada íntegramente a su competidor. En ella recordó los recientes problemas de seguridad de Microsoft, que fue víctima de un importante hackeo que granjeó acceso a un número indeterminado de datos de usuarios en sus aplicaciones. Y también que esa empresa es propietaria de LinkedIn, MSN, Microsoft News y Bing, espacios en los que se consume información por la que la compañía paga mucho menos que Google, y a cuyos profesionales ha ido reemplazando por sistema automáticos.

Este ataque es la primera respuesta directa al apoyo explícito a la legislación aprobada en Australia por parte de Brad Smith, presidente de Microsoft. Según indicaba en un escrito publicado en febrero, la compañía estaba preparada para atenerse a la nueva ley y pagar lo que le correspondiera. Una cifra que en todo caso sería mucho más baja que la de Google, en la medida en que su buscador Bing tiene menos de un 5% del mercado. Y desde esa perspectiva lo ofreció al primer ministro australiano como eventual reemplazo de su rival si finalmente cumplía la amenaza de bloquear las búsquedas en ese país, ya que “era una oportunidad de combinar buen negocio y una buena causa”.

No está claro cuánto pudo influir esta posibilidad en que Google moderara su postura con sorprendente rapidez respecto a ese marco legal, anunciando acuerdos con grandes grupos mediáticos. Mientras, Facebook pasaba a los hechos y decretaba un apagón informativo que levantó varios días después tras conseguir cambios favorables en ese texto. Esa fractura de unidad de acción mostró el diferente grado de exposición de ambas compañías en esta situación.

Los dos gigantes tecnológicos llevan su disputa tradicional en diversos frentes a la controversia sobre el pago por contenidos a editores.

Por otro lado, Microsoft también ha extendido su apoyo a los medios a Europa, con el impulso de una coalición informal con colectivos de editores que pretende conseguir mejores condiciones a la hora de negociar con plataformas. En esta región en principio la situación estaba más encarrilada para Google, con su ronda de acuerdos con medios franceses, pero un crítico informe de la autoridad de la competencia de ese país lo pone en duda.

A falta de ver cómo evoluciona esta disputa, lo que parece claro es que Microsoft y Google han encontrado un nuevo espacio en el que prolongar un enfrentamiento que define la historia reciente de la tecnología. En paralelo se está dirimiendo otro igualmente crucial entre Facebook y Apple por el futuro de la publicidad segmentada, algo que también impacta de forma directa sobre el negocio de los medios.